Tal vez todos anhelamos llegar a ser o que nos reconozcan como personas brillantes, una persona brillante es mucho más que simplemente ser inteligente o ágil, una persona brillante es aquella que hace las cosas correctas y de la forma correcta.
Para llegar a ser una persona brillante se requiere tener una muy buena actitud y mucha disposición.
Dios quiere que seamos brillantes y para eso nos capacito. Pero a pesar de que ese es el deseo de Dios no todos lo pueden conseguir. Cuando Jesús hacia milagros sanaba a los enfermos daba de comer a los hambrientos, era una gran muchedumbre la que lo seguía. Mateo 4: 24-25 “Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.”
4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.”
Pero cuando Jesús se disponía a enseñarles la forma como ellos llegarían a ser brillantes, el panorama cambiaba en gran manera, ya no eran muchedumbres los que lo seguían. Pues seguramente para eso estaban muy ocupados. 5: 1 “Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 5:2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:” para aprender ya solo estaban los discípulos, creyente puede ser cualquiera, discípulo solo los que están dispuestos a seguir a Jesús para aprender de él.
¿Qué se necesita para ser una persona brillante?
1. QUERER: es la parte más fundamental, cuando una persona no quiere así este capacitada y tenga las herramientas necesarias no hace nada, siempre va a tener una excusa justa para cada ocasión. V 3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.” Los que se creen sobrados en todo nunca aprenden ni hacen algo.
2. SER SENSIBLE: V 4 “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.” No es que tengamos que convertirnos en unos llorones, debemos ser sensibles a la necesidad de los demás y del entorno en el cual vivimos, esto nos hará parte de la solución. Y no del problema.
3. SER MANSOS: V 5 “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.” Muchos confunden Manso con menso. La mansedumbre nos lleva a ser obedientes a Dios y a todo lo que demande obediencia. V 17 “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”
Ser brillantes es ser sal y luz para la tierra y el mundo.
SER SAL V 13 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.” Dios nos dice que nosotros somos la sal de la tierra ¿que nos quiere decir con esto? Veamos algunas de las características que tienen la sal y las cuales Dios ve en nosotros:
1. Conservante: detiene o minimiza el deterioro causado por la presencia de diferentes tipos de microorganismos (bacterias, levaduras y mohos). Es decir la sal hace que la carne no se descomponga de manera rápida. Tú ayudas a conservar la calma, el amor o lo que tocas lo pudres.
2. Influencia: la sal es capaz de convertir en sal todo lo que toca. La sal no se deja influenciar ella influencia cambia su entorno, tu estas para convencer de la verdad no para que te dejes convencer de mentiras. Que ellos se conviertan a ti, y no que tú te conviertas a ellos. Jeremías 15: 19
3. Sazona y da buen sabor: el almuerzo podrá estar repleto de carne, pero si no tiene sal no sabe a nada, tú y yo estamos para darle sabor a la vida, por amarga que parezca la situación, que cuando tú y yo lleguemos a ese lugar las cosas cambien para bien.
4. Antiséptico: es un medicamento capaz de acabar con microorganismos que generan infección. La mentira, la envidia y muchas otras cosas de estas generan infección en nuestra alma, en estos casos cuando te llevan chismes si actúas como la sal.
5. Anestesiante: es un medicamento que sirve para evitar sentir dolor. De esta forma nos ve Dios, como personas capaces de evitarle dolor a los demás, no siendo consentidores, siendo sabios para decir las cosas.
6. Valiosa: en la antigüedad la sal era tan valiosa que la palabra salario proviene de sal, a los soldados romanos se les pagaba con sal. Un cristiano tiene que ser alguien valioso en cualquier parte donde se encuentre. Valioso por su testimonio de vida.
SER LUZ: V 14 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” la luz es algo muy importante en el buen desarrollo de las cosas, sino pregúntele a un siego como vive sin ver la luz maravillosa que tu y yo podemos observar cada día.
La luz es importante, entonces porque Jesús nos compara como la luz y el mismo dice que es la luz.
Veamos algunas de las características de la luz:
1. Da claridad: partamos de la utilidad lógica y obvia de la luz, la luz sirve para dar claridad, en la oscuridad es muy difícil desenvolvernos con libertad. Nuestra vida de cristianos es así muy útil en esos momentos de oscuridad, que bueno que cuando alguien no sepa que hacer tu y yo podamos ser esa luz que le da claridad a sus pensamientos, a su relación de pareja, para esto Dios nos permite pasar por experiencias desagradables para que aprendamos de ellas y después podamos enseñar, convirtiéndonos de esta manera en luz.
2. Da tranquilidad: muchas veces cuando llega la luz la claridad al lugar donde nos encontramos no se acaba con el problema solo por estar claro, pero si nos genera tranquilidad, el miedo se minimiza. Como cristianos esa es nuestra labor, si bien es cierto que en muchos casos no podemos llevar soluciones, al menos podemos llevar tranquilidad y paz.
3. Es guía. Cuando un barco está perdido en medio del mar y en la oscuridad de la noche, lo único puede salvar a sus tripulantes es la luz maravillosa de un faro, esa luz es la guía que le indica por donde avanzar, tu y yo estamos hechos para ser guías de mucha gente que en este mundo se encuentra perdido.
Hay mucha gente que en la calle es luz pero en su casa oscuridad, tu de cuál de ellos eres. La única forma que tenemos para ser brillantes es a través de nuestros actos, y en especial con los nuestros con los de nuestra casa. V 16 “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Todos podemos ser brillantes, lo único que necesitamos para conseguirlo es luchar por cada día ser mejor, y hacer las cosas mejor. Esfuérzate se valiente y lo lograras.
Como llegar a ser perfectos. Mateo 5
Cuando la gente escucha que Dios quiere que seamos perfectos lo primero que dicen es: eso es imposible, nadie puede llegar a ser perfecto, el único perfecto es Dios.
Pero la palabra de Dios nos dice todo lo contrario. La perfección es una orden. Para el pueblo cristiano. Deuteronomio 18: 13 “Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.”
Toda la palabra de Dios es maravillosa, pero el sermón del monte es la esencia de lo que Dios quiere de nosotros. Es la ley para el cristiano.
En el sermón del monte nos está diciendo algunos de los pasos que nosotros podemos seguir para lograr la perfección. Por eso el capitulo 5 concluye con la demanda que Dios tiene para nosotros. V 48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”
Para Dios ser perfecto no es ser intachable o sin pecado alguno, porque la misma palabra dice que nosotros somos pecadores.
Ser perfecto significa ser funcional, ser útil para algo, luchar por cada día ser mejor. Correr la milla extra.
El sermón del monte nos habla sobre una forma de vida. Veamos solo algunos de los muchos pasos que tenemos que vivir para lograr la perfección:
1. Tener necesidad de aprender cada día, no creer que ya lo sabemos todo. El que cree que ya lo sabe todo se estanca y va en retroceso. V 3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”
2. Tener sensibilidad a la voz de Dios y a lo que pasa a nuestro alrededor. V 4 “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.”
3. Ser pacificadores. V 9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” Somos llamados a ser parte de la solución y no del problema.
4. Debemos ser la sazón de la vida. V 13 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.” Tú y yo somos los encargados de hacer de esta vida insípida, una vida agradable y con buen sabor.
5. Debemos ser luz. En un mundo que vive en la oscuridad. V 14 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” Que nuestra vida brille tanto que sirva como guía para los que están perdidos
6. Debemos ser de testimonio. V 16 “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Nuestro testimonio no solo debe ser al interior de la iglesia. En la iglesia todos ponemos carita de ángeles. Los de afuera deben conocer a Dios por nuestra forma de comportarnos entre ellos. 1 Pedro 2: 11- 12 “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 2:12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.”
7. Debemos ser ejemplos de convivencia. V 21- 26 “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 5:22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio…” el mundo cada día está peor porque ha perdido la capacidad de ser tolerante.
8. Debemos ser personas de compromiso. No necesitamos jurar por nadie. Nuestro si debe ser sí. V 37 “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.”
9. En nosotros debe brillar el amor. Somos hechos a imagen y semejanza de Dios y Dios es amor. V 46 “Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?” nuestro amor debe reflejarse en el buen trato a los demás, sean nuestros amigo o enemigos.
Cada vez que oramos por nuestros enemigos y uno de ellos se convierte a Cristo significa que ya tenemos un enemigo menos y un amigo más.
La perfección solo la podemos alcanzar si aprendemos a corregir nuestros errores. Con la ayuda de Cristo es posible.
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