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jueves, 1 de noviembre de 2012

Logrando un Milagro. Mateo 8-9


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Sea creyente o no todos de alguna manera queremos un milagro, así diga que no cree en los milagros divinos como lo expresamos los cristianos anhela que en su vida suceda algo que sea fuera de lo normal, así después lo llame casualidad. U obra del destino.
Cuando ocurre algo asombroso y excepcional para lo que no hay una explicación racional, se dice que ocurrió un milagro. Se le llama también milagro a aquello que, por medio de la intervención divina, se manifiesta en tu vida para mejorarla. A veces, se le llama milagro a algo que simplemente te hace sentir que la vida tiene magia y misterio.
Aunque las definiciones varían, muchas religiones y culturas de ayer y de hoy poseen algún concepto de lo que es un milagro y reconocen los milagros como una realidad.
Origen y significado de la palabra milagro
La palabra milagro viene del latín miraculum, que significa "mirar" .Miraculum a su vez proviene de mirari, que significa "contemplar con admiración, asombro o estupefacción". En la antigüedad se le llamaba miraculum a todo aquello que no se podía comprender. Con el tiempo, la palabra milagro ha llegado a ser definida, según el Diccionario de la Lengua Española, como un "hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino".
Lo que necesitamos para lograr un milagro:
1.      Creer en lo sobre natural: es muy difícil que alguien llegue a recibir algo de lo cual no cree. Para recibir algo se necesita estar dispuesto a recibirlo.
2.      Aceptar la voluntad de Dios: V 1-2 “Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 8:2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.” ¿Qué nos motiva a orar? Por lo general todos los seres humanos oramos mientras tenemos una luz de esperanza de recibir lo que estamos pidiendo. Jesucristo oraba y a pesar de estar desesperado al final de su clamor decía “Señor hágase tu voluntad mas no la mía” Mateo 26: 39. Nosotros los cristianos hacemos todo lo contrario oramos para que se haga nuestra voluntad, tanto que al no recibir el milagro que estábamos esperando tildamos a Jehová como un Dios injusto, y muchas veces hasta nos enojamos con él y según nosotros le pagamos con el látigo de la indiferencia y ya no volvemos a la iglesia.
3.      Debo creer que Dios puede hacerlo. 9: 28 “Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.” Muchas veces creemos y hasta predicamos sobre un Dios que hace milagros, pero Jesucristo quiere que nosotros creamos específicamente que él puede hacer lo que yo necesito.
4.      Debo tener una fe activa: 8: 7-8 “Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
8:8 
Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.” La fe no debe ser solo de teoría debemos reflejarla en cada momento de nuestra vida.
5.      Cada uno recibe a la medida de lo que espera: 8: 13 “Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.” Mateo 9: 29 “Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.Un hombre estaba orando en el reclinatorio, desesperado decía Dios mío dame tres mil pesitos para poder comer algo en este día, junto a el estaba otro varón desesperado porque él no se paraba rápido para el poder elevar su oración. Ya cansado de esperar se mete la mano en el bolsillo y le dice al que estaba arrodillado, necesitas tres mil pesos tómalos, pero no le quites tiempo a Dios yo necesito pedirle diez millones.
6.      Visualizar el Milagro: Hebreos 11: 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Convicción es la capacidad de estar tan seguro de algo que es como si lo pudiera ver antes de que suceda.
7.      Declararlo: si puedo verlo en mi mente lo puedo declarar. 9: 20-21 “Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 9:21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.” antes de  tocar el borde del manto que para ella era el punto de contacto entre su fe y el poder sobre natural de Dios, al igual que para el rey Ezequías la masa de higos o para Naamán las aguas del rio Jordán. Ella lo estaba declarando en su mente. Porque el milagro comienza en la mente: debemos llamar lo que no es como si fuera. Romanos 4: 17; Joel 3: 10.
8.      El milagro es una profecía: 8: 17 “para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” Esta profecía al igual que todas solo se cumple en la vida de los que la creen.
9.      Debo querer un milagro: Juan 5: 6 “Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?” esta pregunta parecería ilógica, quien que esté enfermo no quiere ser sano, o quien que este pobre no quiere salir de la pobreza. Pero muchas veces caemos en el conformismo cristiano, y nuestras palabras no ayudan a conseguir un milagro: “con lo que tengo es suficiente, la plata daña, quiero una casita en cualquier lugar. con tal que sea propia así sea un rancho. Etc.”
10.  Debo creer de corazón: Marcos 9: 22- 23 “Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
9:23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible
.” Si nosotros podemos creer, Jesucristo puede hacer el milagro. Juan 11: 39-40 “Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.  11:40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
Dios está dispuesto hacer milagros, pero necesita personas que le crean ciegamente, sin dudar. Solo confía en él no te preguntes como lo hará pero si crees veras la gloria de Dios. Para el cree todo es posible.


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Todos de alguna menar tenemos problemas, algunos el dinero les sobra pero se sienten enfermos, hay otros que están sanos no les duele nada pero les hace falta dinero, y hay otros que están enfermos y no tienen dinero, eso sí que es más difícil todavía.
De pronto nos comparten de alguien que es poderoso y que puede arreglar  nuestra vida. Que él es la solución a nuestros problemas e inmediatamente lo seguimos.

Quien no quiere seguir a alguien que dice tener la solución a nuestros problemas. Esa persona poderosa se llama Jesús.
Este era el caso de los discípulos de Jesús, ellos lo siguieron sin ningún temor. V 23 “Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
Jesús estaba con ellos. Que paz, que tranquilidad, todo salía bien. Lo mismo nos sucede a la mayoría de los cristianos. Cuando empezamos a seguir a Jesús, sentimos que somos los más felices, no nos queremos cambiar por nadie, a todo le decimos amen…aleluya. Cristo vive. Cuando en la iglesia gritan quien vive, somos los que más gritamos. ¡Cristoooo!
Pero a medida que la barca avanzaba, o sorpresa se levanto tremenda tormenta, y sabes ¿Qué? Cristo estaba durmiendo. V 24 “Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.”Muchos entramos a la vida cristiana y pensamos que ya no hay problemas, pero cuando nos damos cuenta que siguen las tormentas es cuando decimos: ¡desde que me hice cristiano las cosas me salen mal! Como es posible que Jesús este durmiendo mientras estamos en la tormenta. El no me escucha.
Sabían que Jesús estaba en la barca pero se desesperaron, gritaban y exigían a Jesús que los salve. Cuando las cosas en el hogar, en el negocio no nos sale como esperábamos se nos olvida que Jesús esta con nosotros y comenzamos a desesperarnos. V 25 “Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
Cuando lo tenemos todo es fácil llamarnos cristianos y decir que somos hombres de fe. La fe se la prueba en las tormentas. Lo que a Jesús le molesto es que ellos tuvieran miedo sabiendo que él estaba en la barca. V 26 “El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.” Si Jesús esta en tu matrimonio, en tu negocio, en tu vida entonces porque tienes miedo.
Jesús no les dijo sigan clamando más duro, o porque no me despertaron antes, el les dijo hombres de poca fe. La fe los debería llevar a tener calma en su corazón.
Jesús no saco la barca del mar, el solo calmo la tormenta para que ellos siguieran su travesía en paz. Jesús no te quita el mar de problemas que puedas tener porque muchas veces es necesario que pasemos por ese mar, para aprender, para formarnos. Para que veamos el poder y la magnificencia de Dios. Pero si te calma los vientos que tal vez no te dejan avanzar. V 27 “Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Jesús quiere darnos paz en medio de la tormenta. Si Cristo esta en tu barca no tengas miedo. Pronto llegara la calma. La gran bonanza.



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