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jueves, 1 de noviembre de 2012

HIPOCRESÍA. Mateo 6


Fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades, generalmente positivos, pero contrarios a los que se experimentan: es el que hace las cosas solo para que lo vean o para impresionar a los demás, por lo general una persona hipócrita es aquella que no sabe que es lo que quiere. Por eso se ve obligada a portarse como los demás quieren que él se porte. La palabra hipocresía viene de latín que significa fingir o actuar,

Y del griego que significa mascara, ocultar un sentimiento, se lo utilizaba en el teatro, cuando un actor tenía que hacer varios personajes, utilizaba una máscara que caracterizara a  cada personaje, a esto se le llamaba hipocresía.
Hay muchas razones por las cuales los seres humanos caemos en la hipocresía:
1.       El miedo a la realidad: la realidad en la que vivimos muchas veces están difícil que preferimos vivir otra realidad que no es la nuestra.
2.       El no enfrentarse a sí mismo: pablo decía; yo obligo a mi cuerpo. Si nosotros mismos no nos obligamos terminamos haciendo cosas que queremos hacer pero sabemos que no son buenas.
3.       El no aceptarse tal como es: esto no significa resignación, los seres humanos debemos luchar cada día por ser mejores; pero si debemos tener en cuenta nuestras limitaciones, o mejor aun miremos nuestras debilidades, esto nos ayudara para no caer.
4.       La inseguridad: cuando una persona no sabe lo que quiere o para donde va, es más fácil terminar haciendo cosas que no quiere.
Muchas veces la hipocresía se convierte en un mecanismo de defensa a la hora de enfrentarnos a nosotros mismos y a los demás.
El primer paso falso que tenemos es cuando nos negamos a que todos somos hipócritas; solo reconociendo a nuestro enemigo es que lo podemos enfrentar. El éxito del apóstol pablo estaba en que el siempre reconocía que tenía una lucha entre querer hacer lo bueno y lo malo, y sabia que si no se esforzaba terminaría haciendo lo malo.
Hay diferentes clases de hipocresía pero en esta ocasión solo vamos a tener en cuenta dos:
1. HIPOCRESIA SOCIAL: es cuando tratamos de encajar o de agradar a un grupo determinado, y en este afán terminamos actuando como ellos a pesar de que no es lo que queremos. Las cosas que influyen en lo social son:
                             1.1. La moda. Muchas persona terminan vistiéndose como lo hacen los demás así eso no le guste
                            1.2. La política: muchas personas de nuestra sociedad terminan eligiendo candidatos no por el plan de trabajo que él tiene, lo hacen por el obsequio  que recibieron de ellos en ese momento.
                            1.3. Lo laboral: debido a la situación difícil que pasa la sociedad muchos terminan trabajando en actividades que no les gusta.
2. HIPOCRESIA RELIGIOSA: es cuando tratamos de vivir una vida de misticismo, pero no llevada por la verdad sino por la mentira y muchas veces no por maldad, sino por emoción: las áreas en las que podemos llegar a ser hipócritas son las siguientes.
                            2.1. Nos creemos Justos: V 1 “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.” Siempre aparecemos como los héroes del momento, pero no porque nos guste hacer el bien, sino porque nos gusta figurar, nos gusta que los demás nos estén siempre agradeciendo por lo que un día hicimos. Nos creemos tan buenos cristianos que juzgamos a los demás.
                            2.2. Nos creemos muy Bondadosos: V 2-4 “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6:3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 6:4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” La ayuda que demos a los demás tiene que ser de corazón y no solo por ganar reconocimiento de los demás.
                            2.3. Oramos por llamar la atención: V 5 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” Cuando nos dirigimos a nuestro padre celestial solo para que los demás nos vean nos convertimos en charlatanes. V 7 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
                           2.4. Cuando ayunamos solo para que nos vean: V 16 “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” El ayuno no es para inspirar lastima, es algo poderoso que nos levanta el ánimo y nos llena de energía.
La mejor forma de saber si estamos actuando con hipocresía es preguntándonos que es lo que nos mueve hacer las cosas. Porque oramos, porque reímos, muchos se ríen pero no de felicidad, lo hacen porque eses es su trabajo, o porque con eso agrada a los que están a su lado.
Pregúntate a quien va dirigida mi oración, si tu oración va a dirigida a Jehová o a nuestro señor Jesucristo, no va a importar que no hayan otras persona a  nuestro lado, solo lo puedo hacer.
Si creamos un ambiente de comprensión no necesitaríamos fingir ante los demás o dicho de otra manera no necesitaríamos ser hipócritas.
Dios quiere que le abramos nuestro corazón, con el no seamos hipocrititas, no le escondamos nuestros sentimientos, nuestros temores o nuestras debilidades, el si nos puede ayudar.



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El mal de la Ansiedad. Mateo 6


Todos pasamos por situaciones difíciles en la vida. Nuestra reacción a estas situaciones es diferente. Algunas personas experimentan cambios en su estado de ánimo o mental, uno de estos cambios puede ser la ansiedad.
Haz sentido alguna vez que no puedes estar quieto(a) tienes que hacer algo, no lo terminas y ya quieres estar haciendo otra cosa, te es difícil concentrarte, no hay quietud etc. Esto es ansiedad. La ansiedad en muchos casos no llega sola pues puede general mal humor (enojo).

¿Cómo sabes si tienes ansiedad y enojo?
Los síntomas de la ansiedad incluyen: algunas situaciones que te producen rigidez en el cuerpo, el corazón te duele, las palpitaciones aumentan, la respiración es rápida o hay taquicardia, nerviosismo, inquietud, sudoración, etc. La ansiedad causa sufrimiento tanto físico como emocional. La ansiedad más leve se caracteriza por síntomas como estado de agitación, inquietud angustia y zozobra.
Que es la ansiedad
La palabra ansiedad viene del latín anxiestas que significa angustia, aflicción. Es un estado por el cual se pasa cuando ciertos factores nos alteran como el estrés, los problemas de la vida cotidiana o cuando pasamos por situaciones muy difíciles. 
Cuando estamos ansiosos no somos personas productivas no rendimos en el trabajo o en los estudios y tendemos a arruinar las relaciones interpersonales.
La ansiedad no es la enfermedad del momento como dicen algunos, esto ya existía desde mucho tiempo a otras. Por eso Cristo n os habla al respecto. La ansiedad puede causarte daño a ti y a los demás.
Que hacer para combatir la ansiedad:
1. Valora lo que tienes. Tu cuerpo tu vida. V 25 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” la ansiedad comienza cuando no valoras lo que tienes por estar anhelando lo que no tienes.
2. Confia en que para Dios tú eres lo más importante. V 26 “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
3. Ten fe en que Cristo se encarga de ti. V 30 “Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
4. Vive un día a la vez. V 34 “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Esto no quiere decir que no debemos planificar.
La ansiedad se genera por la preocupación. Preocuparse significa. Ocuparse antes de tiempo. PRE- OCUPAERSE.
La ansiedad se genera por el temor de no conseguir lo que queremos, o por saber que lo que estamos haciendo tal vez no está bien.
Para terminar definitivamente con la ansiedad la solución es simple. Lo único que tienes que hacer es:
1. Buscar el reino de Dios. V 33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
2. Echar nuestra ansiedad sobre Jesucristo. 1 Pedro 5: 7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

No dejes que la ansiedad te domine, acércate a Jesucristo el es la solución.





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